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La justicia restaurativa: una perspectiva humana y participativa para resolver conflictos

La justicia restaurativa es un enfoque alternativo al sistema penal tradicional que se enfoca en la reparación del daño causado por un delito, en lugar de simplemente castigar al delincuente. Este enfoque se ha convertido en un tema cada vez más importante a nivel nacional e internacional, con un creciente interés por parte de los gobiernos y las comunidades por adoptarlo como una forma efectiva de abordar la delincuencia y la violencia.


Diferencias entre las perspectivas de la Justicia Penal y la Justicia Restaurativa


La justicia penal tradicional se enfoca en el castigo del delincuente por la comisión de un delito, y en la protección de la sociedad mediante la aplicación de sanciones y penas. Este enfoque se basa en la premisa de que la justicia se logra a través del castigo y la retribución. Por otro lado, la justicia restaurativa se orienta a la reparación del daño causado por el delito, en lugar de simplemente castigar al delincuente. El principio de este enfoque se basa en que la justicia se logra a través de la reparación y la restauración de las relaciones sociales y comunitarias dañadas por el delito. Además pone en el centro a las personas involucradas en el conflicto, incluyendo a las víctimas, los delincuentes y la comunidad en el proceso de resolución del conflicto, fomentando la participación activa y la responsabilidad personal. La justicia restaurativa ayuda a promover la reconciliación y la reparación del daño causado, lo que puede ayudar a prevenir futuros delitos.


Normatividad nacional e internacional que sustenta la justicia restaurativa


La justicia restaurativa se ha consolidado como una práctica ampliamente reconocida y aceptada a nivel internacional, y ha sido adoptada por numerosos países en todo el mundo. La normativa internacional más relevante en este ámbito es la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Principios Básicos de Justicia para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder, adoptada en 1985. Esta declaración establece que los sistemas de justicia penal deben garantizar la reparación del daño causado por los delitos, y que los derechos de las víctimas deben ser protegidos y respetados.


En el ámbito nacional, en México se han promulgado leyes que establecen la justicia restaurativa como un enfoque complementario al sistema penal tradicional. En 2014, se publicó la Ley Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal, que establece la obligatoriedad de implementar mecanismos alternativos de solución de controversias en materia penal, entre ellos la justicia restaurativa.


Principios, valores y objetivos de la justicia restaurativa


La justicia restaurativa se basa en una serie de principios y valores fundamentales que la rigen. En primer lugar, se busca promover la participación activa de las víctimas, los delincuentes y la comunidad en el proceso de resolución del conflicto. Además, como ya dijimos, se enfoca en la reparación del daño causado por el delito, en lugar de simplemente castigar al delincuente.


Los objetivos principales de la justicia restaurativa son restaurar las relaciones sociales y comunitarias dañadas por el delito, y promover la reconciliación y la reparación del daño causado a las víctimas. A través de este enfoque, se busca fomentar la responsabilidad personal y la participación activa de los delincuentes en la reparación del daño causado, lo que puede ayudar a prevenir futuros delitos.


Ámbitos de aplicación de la justicia restaurativa

La justicia restaurativa se aplica en una amplia variedad de contextos, desde delitos menores hasta crímenes graves. En muchos casos, la justicia restaurativa se utiliza como una alternativa al sistema penal tradicional, especialmente en casos de delitos menores o juveniles.


En otros casos, se utiliza en combinación con el sistema penal tradicional, como una forma de reparar el daño causado y promover la reintegración del delincuente en la comunidad.


Círculos restaurativos de paz

Son una metodología de la justicia restaurativa que se utiliza para fomentar el diálogo y la reconciliación entre las partes involucradas en un conflicto. Estos círculos se llevan a cabo en un entorno seguro y respetuoso, y se basan en una serie de principios y valores fundamentales, como la escucha activa, el respeto, la empatía y la responsabilidad personal.


La metodología de los círculos restaurativos de paz consta de varios pasos, que incluyen:


Preparación: Antes de que se lleve a cabo el círculo restaurativo de paz, se realiza una preparación para asegurar que todas las partes involucradas estén dispuestas y preparadas para participar en el proceso. Se identifica a las personas que participarán en el círculo, se establecen las reglas básicas y se asegura que el entorno sea seguro y respetuoso.


Introducción: El facilitador del círculo introducirá el proceso y explicará las reglas básicas del diálogo, incluyendo la escucha activa y el respeto por las opiniones de los demás.


Narración de la historia: Cada persona tiene la oportunidad de narrar su versión de los hechos. Se enfoca en el impacto emocional del delito o conflicto en la persona.


Preguntas: Las partes involucradas tienen la oportunidad de hacer preguntas para aclarar los hechos o para comprender mejor las emociones y sentimientos detrás de las acciones.


Reflexión: Una vez que todas las partes han tenido la oportunidad de hablar, el grupo reflexiona sobre lo que se ha compartido y cómo se puede avanzar hacia una solución.


Plan de acción: En la última fase del círculo, se elabora un plan de acción para abordar el conflicto y avanzar hacia la reconciliación. Este plan incluye acciones específicas que cada parte debe realizar para reparar el daño causado y restaurar las relaciones.


En general, la metodología de los círculos restaurativos de paz se basa en la creación de un espacio seguro y respetuoso para que las partes involucradas en un conflicto puedan hablar, escuchar y entenderse mutuamente. A través de este proceso, se fomenta la responsabilidad personal y la reparación del daño causado, lo que puede ayudar a prevenir futuros conflictos y promover la paz y la justicia en la comunidad.


Conclusión


En la actualidad, cada vez son más los gobiernos y las comunidades que están adoptando la justicia restaurativa como una forma efectiva de abordar la delincuencia y la violencia. Con su enfoque en la reparación del daño causado y la reconciliación entre las partes involucradas, la justicia restaurativa puede ser una poderosa herramienta para construir sociedades más justas, pacíficas y respetuosas de los derechos humanos.


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